Alguna vez debemos ser realmente honestos
y reconocer derrotas. El fallo de ayer de La Haya fue una paliza y no
reconocerlo, ocultándose en que no es un fallo apegado al derecho y un montón
de lenguaje legal, es simplemente hacerse el loco ante la boleta que recibimos.
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Chile y sus rabietas (mamadre.cl) |
Estamos mal. Esa es la verdad. A nivel
político, hemos hecho nuevamente un papelón importante jugando a ser el país
vociferante de siempre, pero con el vacío de sustancia y visión que nos
caracteriza. Estamos en un estado de pataleta de niño rabioso echándole la
culpa a todos, mientras Bolivia nos da una clase sobre política internacional,
tomando la iniciativa y diciendo “ya que les ganamos en La Haya, dejémonos de
tonteras y sentémonos a conversar”. Pero el mocoso sigue arrastrándose en el
suelo y gritando a medio mundo que son malos. Que son todos malos.
A nivel comunicacional somos
sencillamente una vergüenza. Cada uno habla por su lado, lo que no tiene nada
de malo ¡pero hablan puras tonteras! No vale la pena detenerse en esto.
Y nos queda la gente común y corriente.
Esa que cuando le preguntas por el fallo te muestran la foto del Gary con la
peluca de juez. El ciudadano de a pie. Y en esta línea hay dos posturas. El
modelo binario que tanto nos encanta en Chile: Mar para Bolivia y El Mar es
Chileno.
Yo creo que ambas posturas son bien
idiotas. La primera, porque en el mundo actual, nos guste o no, nada es gratis.
Desde el acto de nacer hasta morir, siempre hay que pagar. Triste pero cierto.
Y la segunda no sé si sostiene análisis.
Pero sí me quiero detener en eso de que “lo que fue ganado con sangre que no
nos lo quieten con un papel” o algo así. Esa cosa patriótica, con tufillo
nacionalista y media facha, me da mucha risa. “Yo soy patriota y defiendo mi
país”. “Amor a la bandera”. Solo quiero plantear, ¿Qué nos ha dado este país?
Pero algo concreto, no un tierra donde plantar y challas de esas. Algo
concreto. Piense. Siga pensando. Exacto. Nada. Todo lo que tengo, lo he tenido
que pagar, ya sea con cash o vía deuda.
¿Qué es lo que haría un país serio, pero
realmente serio? No uno lleno de borrachos, puteros, buenos para la plata y los
jales, como el nuestro.
Se sentaría con Bolivia y negociaría. Una
negociación a largo plazo, pero en serio. No olvidemos que el cobre del que
tanto nos jactamos, lo exportamos en forma de polvo y latas, jamás nos hemos
preocupado de desarrollar una industria. Y la crisis energética de la que tanto
se habla tiene que ver con eso. No es que nos vayamos a quedar sin luz, sino
que la empresas mineras no van a tener energía para seguir partiendo piedras. Y
ya nos estamos quedando sin agua.
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(peloncete.com) |
Bolivia está sobre una de las reservas de
gas natural más grande del mundo y además tiene un montón de agua. Pero no. Hay
que patalear y gritar en el suelo que son todos malos y que están todos
equivocados. El mar es de Chile.
Entre Chile, Bolivia y Argentina se
concentra más del 90% del litio del mundo. Litio con el cual se hacen las
baterías de casi todo. ¿Se imaginan nos
uniéramos los tres, inviertiéramos en industria y pudiéramos vender baterías de
litio a todo el mundo? Podríamos controlar el precio del litio y por ende, el
de las baterías. ¿Es muy tonto lo que
estoy diciendo? Pero no. La tierra ganada con la sangre no se entrega.
La militarización transversal a este país
miserable, nos deja ciegos ante una oportunidad de solucionar hartos problemas
que vamos a tener en ¿30 años más? ¿40 años? Cuando nos quedemos sin agua y no
podamos picar piedras para sacar el polvo del cobre que nos enorgullece a
todos, ¿qué vamos a hacer? Bueno, cuando se acabe el cobre, ¿qué va a pasar?
¿Cerramos por fuera y nos vamos? No sé.
Según la Universidad
de Chile, nuestro país tiene una costa de 8.000 kilómetros. Aunque fueran
solo cuatro mil, de verdad ¿no nos parece lógico negociar unos kilómetros de
costa por los recursos que nos puede entregar Bolivia? Crear alianzas
económicas para el futuro. Desarrollar industria. ¿Tan cornetas y
cortoplacistas somos?
Sí. Somos el cabro chico mañoso del
cumpleaños. El que se queda solo y con el que nadie quiere jugar. Al que hay
que darle dulces OCDE para que no joda a los grandes.
Esa es la patria que tanto defienden
algunos.
Crezcamos y sentémonos a negociar, con la
vista puesta en el futuro y en el largo plazo.