jueves, 16 de abril de 2015

Amanece más tarde: el miedo a la oscuridad.

Hace ya varias semanas que veo en televisión, prensa escrita y en radios, el terrible y desolador relato de los temibles efectos de no haber cambiado la hora.

Me llama la atención cómo este “tema” se ha hecho popular entre editores de medios de comunicación, al nivel de la ya clásica nota del calor en verano, y de la lluvia y el frío en invierno.  Grandes temas país, por lo demás.

Ayer precisamente veía por enésima vez la misma nota del drama que representa para los niños llegar al colegio de noche. “ Se me cierran los ojos y no me puedo concentrar”, decía una niñita dentro de la sala de clases.

Miedo a la oscuridad
A continuación la profesora realizaba unos ejercicios de “gimnasia mental” o algo así. Y plano seguido, los niños frotándose las sienes con el audio de la profesora explicando que “éste es un procedimiento que trajimos del extranjero”.  Luego de eso, me serví una taza de té, miré por la ventana e intenté no llorar.

No se cuál es el afán de los medios de atemorizar a la gente con cifras del tipo “miles de niños tienen problemas de concentración en el colegio”, cifras que por lo demás fueron inventadas en un café afuera de la sala de redacción. 

La verdad es que en invierno siempre hemos salido de noche de nuestras casas. No veo el problema de que salir de noche en otoño sea un inconveniente.

Pero más allá. Basado en este tremendo tema que tiene a los genios editores de cabeza, me pregunto humildemente, cómo será la vida en Finlandia, Suecia, Alaska, o más sencillamente, cuál es el nivel de sufrimiento de los niños de Punta Arenas.

Solo quisiera mencionar que justamente en Finlandia hay días con tres horas de luz. Y no ha pasado nada. Es más, ellos fueron los creadores de Nokia, ni más ni menos.

El sueco Nils Bohlin fue quien inventó el cinturón de tres puntos. Sí, el que está hoy en cada auto del mundo.

Entonces, tratar de asociar la falta de luz con problemas de concentración, cansancio o cualquier otra estupidez es precisamente eso: una estupidez. En los países serios, esto no es tema.


Pero nada que salga de la escueta y limitada mente de un editor me sorprende. Finalmente para ellos el show debe continuar, se cambie o no la hora; sea o no de noche al salir de nuestras casas.  

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